martes, 29 de noviembre de 2011

Común

Mientras le gano una batalla más al sueño, y me dedico a combatir amores al azar, pienso en la posibilidad de experimentar algo muy común. Tan común como el color moreno en Loíza, tan común como el comején, y tan común cono los adornos rojizos de estas festivas épocas.

Pero poco usual en una mujer como yo. Tal vez, esa sea la clave, que no todas las mujeres son como yo; y por eso están común. No me atrevo por que quiero conocer eso, pero al extremo, con una implicación, algo más carnal, ¿me entiendes? Tan carnal como ese último muslo de pavo que mamá se comió hoy.

Dudo aceptar, no sé si esta bien o no, pero la tentación y el gusto es tanto, que aceptaría aún sabiendo lo que puede pasar y lo que se puede evitar. No es cobardía, ni rebeldía. Sólo es algo y con el sueño he perdido el hilo principal, ciertamente la goma del lápiz esté en proceso de caducación. Sé que no tiene nada que ver.

No queda mucho que decir porque lo poco se perdió. Aun así, entre diente y garganta, entre personal y alma, queda algo. Una ilusión, una inquietud, una pregunta, un comentario, un beso o una burla barata. Ese algo, no lo sé. Sin duda el beso está buscando plasmarse en otros labios sedientos que carecen de personalidad y no de nombre y apellido.

Desconozco el fin. Y me disfruto el medio.

No quiero ni lo uno ni lo otro pero hay necesidades.

Necesidad de una razón para negarme, bueno... otra más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario