Cuando suelo escribir lo hago con tiempo para hablar con bases y fundamentos. Con datos que como buena periodista (perdón) corroboren y de paso le den confianza a lo que digo. Para que no digan que me invento cosas...
...pero aún así dentro y fuera del rol periodístico, soy humana. Siento y padezco, como y duermo.
Hay veces que me pongo a pensar y me investigo yo misma para ver si en realidad me conozco del todo, y cada día aprendo algo nuevo.
Hay veces que me levanto con un ánimo de perros y me siento como tal. Muchas veces dejo de preocuparme de mi para vivir por el otro. Con el tiempo descubrí (algo que no se si está bien o mal) que el refrán "hoy por mi y mañana por ti" es consecuencia del pensamiento individualista. Jesús fue individual pero nunca dio para esperar nada a cambio. Yo no quiero ser como él pero lo llevo como guía. Aunque ni le pise los talones.
Hay que las energías positivas se van a los pies y el positivismo se pierde. No pensar, en acorde a la masa te hace diferente. Diferencia que para muchos es sinónimo de inmadurez, herejía, y moda. Pensar de otra forma no es moda. Es ser único, autentico, genuino. Ser guiado por estánderes sociales es ser un quedao'. Una marioneta no pensante. Yo no quiero eso.
No es que sea la más socialista, independentista, soberanista (término que sí, está de moda) pero es que me atrevo a ver más allá. Puerto Rico mide 100 x 35, pero el mundo no. Me atrevo a no sólo comer arroz y habichuela, aunque me defina como boricua...
Me perdonan si se pierden, pero no lo hago para que me sigan, sino para seguirme yo misma. Para encontrarme.
Últimamente, he estado dentro de un caparazón de "actitudes" pero se debe al escudo protector. Una especie de tortuga. Yo no he sufrido lo que muchos han vivido pero me protejo para no tener que vivirlo, aunque en cierta forma nadie se exonera de los achaques de la vida.
Hay veces que descargo todo lo que tengo en un papel con el fin de no "agredir" a otro con mis pendejadas. Porque eso son: pendejadas sin canalizar. Que dentro de la presión en la que me encuentro de alguna forma tienen que estallar.
Pablo Milanés dice en una canción: "La soledad a veces tiene ganas de acompañar", yo no sé si la soledad tiene algo que ver, directamente.
Pero sin duda, influye. Más adelante dice: "La soledad inventa la más bella aparición, remueve los rincones del corazón, para quedarse sola la soledad..."
... será eso? ¿Será que transformó la soledad en la única cosa bella de mi...una sonrisa amable?
Una sonrisa amable. Ya no queda más que eso.
Hay veces de una rabia mal transformada.
Hay veces de una fustración barata.
Hay veces que ni sé quien soy. Hasta que gotitas de melancolías tocan mi puerta.
Hay veces... como hoy.
lunes, 19 de julio de 2010
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