Hoy me convertí en aguja que entrelazó el momento con el recuerdo.
No es por presumir, sabes que no soy así, pero en el momento en que llegaste a mí una avalancha de recuerdos juveniles arropó tu mente hasta el punto de recordar lo que creías olvidado.
No fue soñado pero si pensado, aunque no de esa forma. La cara de emoción que llevabas contigo hizo florecer el rosal más muerto, hizo cantar al pájaro más callado y hasta los perros entendieron el lenguaje humano.
Tus amigos, mis vecinos tatuaron en tu rostro una sonrisa enorme, la cual competía con la mia. De momento sentí la intimidación.
No se planeo y salió mejor. No le metiste manos a las “kan kan”, pero sin duda alguna el exceso de grasa se te subió hasta la cabeza, tanta emoción junta en algo tenía que concluir.
Es rico recordar y contribuir al recuerdo es más rico aún. Bueno negro, tu alegría era evidente.
Gracias por compartirla y contagiar. Gracias por el dd (todavía no le he escuchado jejeje).
Pero no es ‘negroporvenir’… en todo caso es Negros-porvenir. ¿Dónde me dejaste?
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