domingo, 28 de marzo de 2010

Niñez Santa


La Semana Santa inició ayer con la festividad del Domingo de Ramos que conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén, el mismo que una semana después gritaba a coro: "CRUCIFÍQUENLO,
CRUCIFÍQUENLO".

Recuerdo que entre Madeline y Sor Graciela me enseñaron que la semana santa es un tiempo para recogerse, estar en familia, visitar la iglesia y reflexionar. Las ordenes se cumplieron al pies de la letra hasta que cumplí la mayoría de edad y abrí los ojos; ahí supe que eso no era así.

La semana santa ademas de ser una época de libertad universitaria, trabajos finales y vacaciones, es una "black week", todo un conglomerado mercantil.

Ahora es cuando éstas grandes familias ilustres en la economía puertorriqueña encargadas de proveer los alimentos más frescos y a los más bajos precios hacen de las suyas. No los estoy criticando, ¡qué va! sólo resalto su gratitud hacia el pueblo que lo ha visto hacerse "grande".

Por otra parte, DACO ofrece una variedad de datos los cuales se deben tomar en consideración a la hora de comprar el pescado de la semana.

Usurpar la semana santa por la semana del pescado seria la apropiación más acertada que se lograra en este país, ademas de poseer el gabinete ejecutivo más recto, justo, unido, y con monumentales planes futuros, pero paso la página hoy no hablaré de ellos.

Desde que los humanos andamos con "microchip" y jangueamos con avatares hemos olvidado la esencia de las cosas (y digo hemos porque me incluyo para que no digan) colocando el dinero y los bienes materiales en primer plano, dejando pasar por alto la verdadera fibra del asunto.

Entiendo, comparto y comprendo lo rico que es el saborcito a "pescaito" pero eso no es lo mas significativo. Existen una amplia perdida de sentimientos. Antes en la semana santa no se escuchaba música, ni se veían novelas, toda la semana le imponían a uno recrear la horrenda escena de Jonás, la pasión de Cristo, la odisea de Noé con el arca, el hambre de Eva y la debilidad de Adán.

En el siglo al que pertenezco no me resta mas que esperar que comience "Más sabe el Diablo", sino imaginarme una sección de catequesis a lo retro... volver a mi niñez santa.

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