martes, 23 de marzo de 2010

Ateamente humana


Perdonando a los que pueda alarmar por lo que leerán a continuación. No es pretensión mia, ofender a alguien, pero al igual que yo, son muchos los que dirán algún día: no creo.

No creo en el arrepentimiento de la noche a la mañana, nadies es ni sera capaz de arrepentirse de todo lo que ha hecho durante años. El simple hecho de pensar en arrepentimiento cuesta tiempo y trabajo. No pongo en duda la existencia del arrepentimiento, pero sí al cambio radical.

Convicción, tampoco creo en eso. ¿Porqué esperar a qué se te maten un hijo para unirte a una ideología religiosa, porqué esperar que te secuestren a tu hija favorita? ¿Porqué? Eso es una convicción con rabia. Cuando estabas en las "papas", en la "vida perfecta", con todos los hijos vivos, todas tus extremidades en su lugar, trabajo, casa, carro, pan, luz y agua... Dios no estaba presente, sólo en la foto de la hoja parroquial de la última vez que fuiste a misa: un año atrás.

Yo no creo en esa rectificación, ni esa convicción fantasma de decir "tengo que dar testimonio, Dios cambio mi vida"... Resulta más atractivo, el testimonio de como TÚ cambiaste la vida de otro.

Ser cristiano convertido, no es andar con faltas, con las "patas pelúas", y el pelo hasta los pies, negativo. Ser cristiano arrepentido es mucho más.

Ser cristiano convertido, no es ir al culto todos los domingos, no es dirigir escuelitas bíblicas, no es andar con la biblia bajo el sobaco, aguantando fragancias biológicas ni veinte mil pesares; como dicen por ahí "el hábito no hace el monje".

Les cuento, hace días escuche una señora decir: "tengo que cambiar todo mi clóset, estoy en la religión y tengo que dar testimonio"... reacción automática, "Ahhhhhhhh, de que testimonio me hablas, de qué tienes que cambiar tu clóset". Esas palabras penetraron mis entrañas, acompañado de un infarto.

Yo no creo en las convicción de pacotilla, seré atea, toda la vida.

Ser;e atea pero me saco el pan de la boca y lo comparto. Seré atea y no me congreso. Seré atea pero feliz. Seré atea pero vivo el mensaje. Como diría Ghandi: “Si los cristianos vivieran según el mensaje que proclaman, yo sería cristiano”.

Me autocondeno, atea por decisión unánime y humana por naturaleza: Ateamente humana.


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