En una travesía por la vía principal con una canción de Calle 13 de fondo emprendo todo un recorrido.
Llevo viendo esas imágenes durante 20 años de mi vida, pero sólo que hoy he querido verla desde otro perspectiva. Mientras camino veo pasar mi realidad, lo que me rodea, lo que muchas y muchos han tratado de dejar atrás y olvidar. No es que no aspire, es que agradezco.
En lo que va del paseo, miro una y otra vez como ha cambiado el lugar que acogió como casa, ya no es lo mismo de antes. Ya no existen las canciones de cuna que entre vecinos solíamos corear. El tiempo de la peregrina acabó. Ya no existe "Ángel" que valga ni "123 pescao" que cause parálisis. ¿Qué ha pasado? No lo sé.
En el tiempo de las mariposas, todo era cambiante y de colores brillantes ahora es estático y opaco. Recuerdo que todos los domingos era obligación levantarse temprano para ir a la iglesia, lavar el carro de abuelo por $1.00 y esperar que llegara la vecina de casa de su abuela en Canóvanas.
Una tarde normal en la Río era perfecta, desde Anny con la música de Raphy Leavitt y La Selecta, y Luis en la marquesina haciendo el ridículo.
Por una parte, Orly, Calitos, José, Pedro, Nego y mi hermano jugando basket en paz y armonía; hasta que gritaban "34 ella" ahí empezaba la guerra campal. ¿Qué en dónde deje las féminas? Ya va, lo que somos Marian, Alexandra (en ocasiones) y yo jugando 'Escondite'. No me preguntes por Carolyn, ya sabes donde está... en casa del primo.
Lo más lindo es el ambiente que se respiraba hasta que salia Orly Grande (que en paz descanse) que hasta ahí me llegaba el oxígeno. ¡Es que le tenia un miedo! Todos en la calle eran loco con él hasta el perro Nerón. A mi me bastaba con contemplarlo desde lejos.
Es hora de regresar al hogar. "José Miguel, Anita...entren" decía mami, y nosotros en la 'pichaera'. La vida en la casa era igual, JM comiendo, yo jugando y mami jodiendo... ja ja ja. ¿Y papi, un nómada, una noche aquí otra allá...puro dominicano.
Doy un giro 360 y me voy de la Rio.. hasta luego.
Ahora si empezó el via crusis. Esto aquí es pura candela, que difícil resulta vivir en el trópico, si me preguntan que pienso el barrio no se que decir, pero rápido llega a mi mente palabras de quien le hiciera esa misma pregunta una vez: "Barrio Obrero es sabor a merengue, bachata y reggaeton... es territorio donde chocan por puertorriqueños y la diáspora dominicana." -algo así fue lo que me dijeron-.
Es como todo con sus altas y sus bajas, con los buenos, con los malos, los del punto, los del asterisco, con los vivos y los casi muertos, con caras nuevas y gente vieja, niñas con hijos e hijos sin padre. Los del punto, he visto caer a muchos, sino están presos, andan con San Pedro en las alturas, las de elemental forrá de chamaquitos sino estudiando -y las que lo hacen las cuento con una mano y me sobran dedos-.
Mis panas los deambulantes, son a fuego pero con el vacilon me tiene en bancarrota. De los dominicanos que están por montones en todas las esquinas desde la 26 hasta Cantera, ni hablar, "un maldito tigueeeeeeraje".
Así transcurre el vida cuando ando a la libre comunidad. Ah, el chaleco anti-miradas matadoras no puede faltar.
En los días de cautiverio, en los que no bajo del palomar que tengo por casa, basta con abrir la venta respirar aire metropolitano, escuchar las discotecas andantes que nuestros amigos los 'kakos', y ver con otros ojos el via crusis urbano, gozar del cielo azul...que veo desde el barrio.
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