martes, 1 de enero de 2013

Ayer


Ayer culminó una travesía. Fueron 365 días de intensidad, nuevas experiencias, noticias agradables, malas sonrisas, buenos besos, cambios radicales, aventuras inigualables,  decisiones, crecimiento personal y realización profesional.
Ayer resumí en una lágrima todo lo que había callado por años, y lo que había gritado en silencio. El año pasado me dio mucho, y me quito más. Me puso el amor en las manos, pero como todo, se me salió de las manos. Me puso un diploma universitario, me colocó más cerca de la feminidad, me creció el pelo, me peleé con mi hermano, le di el mejor regalo a mi madre, me pinté el cabello negro, amé, lloré, amé y seguí llorando.
Un año de cambios abruptos. Llegué a Nueva York con una maleta llena de sueños y tragos amargos. Conocí la independencia, crecí en el recuerdo, me reafirmé como mujer, llegaste y te fuiste. Viví en frío y quise en calor. Maravillé cuerpo, rogué por ti, te pedí perdón, te entregué mi vida, mi alma, mi corazón. Canté sin voz, bailé, moví los hombros mientras Shakira ponía música. Cambié de trabajo, entré a Endi, luego a Inter News, compartí contigo cada uno de mis logros. Te soñé más tiempo, viví por ti. Me gustaba verme en tus ojos y que tu lengua explorara mi boca. Me gustaban aquellas excavaciones que solías hacer por el monte de Venus.
Con esa misma intensidad, hoy por hoy puedo decir que se acabó, aun sabiendo que los recuerdos perduran. El año acabó con muchas emociones a flor de piel. Extrañando a mi mamá, mis amigos, mi espacio, mi cama, mi almohada, mis sábanas naranja. 
Dentro de toda este cambio hay felicidad, nuevas sonrisas, ya no piloteas mis pensamientos como antes (gracias a Dios y a la psicóloga). Cada día estoy y soy más bella. Gracias por abrirme las puertas de la belleza. Fuiste mi punto de partida y no te considero un error, como tu lo haces. Y ya, ni me importa. A ti te agradezco todo.

Declaro que este año será de muchos triunfos, crecimiento personal y gratificaciones profesionales. Gracias a ti soy más madura, más insensible, más consciente, pero estoy muy feliz. Sé que algún día nos volveremos a ver las caras y pago por ver tu reacción. Tiempo al tiempo. 

5 comentarios:

  1. Reacción de felicidad....no hay errores, sólo malas decisiones.

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  2. Muchas gracias Don. Gracias por leer y comentar, Y pues eso dicen, que son malas decisiones y que a su tiempo regalaron mucho placer y alegría, amor y lágrimas. Justamente eso es lo que nos hace más fuerte, como bien dije, más madura y más insensible.

    Y esa frase: "no hay errores, sólo malas decisiones", tiene mucha personalidad. Me es muy familiar...

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  3. Por lo que he leído veo que eres una persona bien apasionada, seguiré tu lectura

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  4. Eso dicen que lo soy. Las experiencias a los 23 años le suman a las pasiones que viajan en la mente. Y pues, poco a poco se crean y recrean anécdotas.

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  5. buenos días, pensaba que escribirias más en este espacio

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