domingo, 27 de junio de 2010

Descubriéndome: caja de pandora

Conocer a una persona a veces resulta un poco trabajoso. Primeramente por la calidad de ser humano a la que te puedas exponer y por el carácter que dicha persona lleve consigo. El no encajar, flaquear, y cometer un error por diminuto que sea puede desplomar ya lo construido en cuestión de minutos.

Gozo de mal carácter al momento de encojonarme y montarme en tribuna (de hecho, son pocos los ataques). En mi libre realidad una sonrisa tiene más significado que cualquier acción pendeja. Entre los defectos que tengo, el sarcasmo hace entrada triunfal. Tengo el defecto, que en el momento de hablar suelo ser sarcástica y burlona. Al menos cuando siento que joden conmigo. Cosa que en dadas situaciones me ha jodido vilmente. Por el hecho de decir lo que siento y en la forma en que lo siento. Aunque no sea el mejor método de expresión. Siempre he trabajado mano a mano con la sinceridad, pese a que en ocasiones ha sido víctima de atentados.

Auto-tacharme de imprudente seria una condena penitenciaria. Así que no lo haré, no lo merezco y no lo creo. Tacharme de doctora tampoco, pero no quiero ser la causante del descontrol mental de pales que han tenido encuentros cordiales con mi sarcasmo en estos días de junio.

Expresión. Muchas veces me cohíbo de decir cosas, gracias al “body language” y lo expresivo de mi rostro. Ai ai ai, que problema. Pero no todo es malo, aparte de lo malcriada, jodona, expresiva, sarcástica y exigente, soy bien buena. :D

Con los pies bien puestos en la tierra, con la mente centrada en mi futuro, nunca ha sido mi prioridad pasarle por encima a los demás para lograr lo que quiero, siempre juiciosa, atenta, humana, solidaria, humilde, realista, original, chistosa, amistosa, un poco celosa, un poco nada más.

Que a fin de cuentas mis defectos joden, pero se superan. Yo los canalizo. Percibo que no me conozco del todo, siempre hay algo que descubro que no conocía. Cada día disfruto conociéndome. Mi personalidad es como una caja de pandora, siempre espontánea.

Eso soy… una caja de pandora.

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