Gracias por lo que tengo y por lo que me quitaste, por lo que me merezco y no tengo, por hoy y por el pasado, por lo que viene y lo que se quedo, por ti, por mi, por ustedes, por nosotros.
Gracias, por las mañanas claras y las noches oscuras, en las que siempre me envías tus luciérnagas a iluminarme, por darme agua cuando tengo sed, por mi sed, por ser parte de mi y permitirme ser parte de ti, por protegerme y dejar que te proteja, por guiarme, por permitirme estar a tu lado, por aparecer y desaparecer, por estar y no estar, por tocarme aun cuando no estas a mi lado, por llamarme cuando me necesitas, por buscar de mi cuando lo deseas.
Gracias por los colores que brillan en el final del camino, por mariposas que caminan sobre mi barriga, por tu ruido en el mas calmado silencio, por tus risas en momentos de tristeza, por tu carisma inigualable, por tus manos que me tocan cuando menos lo espero, por tus palabras mudas, por tus miradas perdidas, por tus sueños sin descifrar, por olor inerte, por tu transparencia al caminar.
Gracias por susurrarme al oído cuando no te pido consejo, por tus promesas sin cumplir y las que no prometiste pero que cumpliste, por prestarme tu corazón cuando el mio ya esta derrotado, por esos amaneceres, en los que estoy dormida y no salgo a contemplarlos, por los atardeceres nublados, por la familia que tengo, por mi madre, por mi padre, por mis hermanos, por mis amigos que siempre están ahí, aun cuando yo se que no quieren estar...
Gracias por ellos, y por cada momento de felicidad y tristeza que me has brindado, por cada experiencia, por dejarme conocer lo desconocido, por darme la virtud del servicio. Por dejarme caminar a tu lado, aunque no valla al mismo paso...
Simplemente gracias...